Cuando consigues lo que quieres ya no lo quieres...
LLevo 16 días sin escribir aquí. En el blog parece que ya no entra nadie y no se si ya he perdido la ilusión de escribir todo lo que siento, ese vaciarme del que hablaba hace tiempo...
Escribo porque otra vez otra pequeña muesca de dolor ha hecho mella en mí. Aquellos con los que empecé en la música, aquellos que me prometieron y me hicieron prometer que jamás nos abandonaríamos se han ido hace mucho tiempo y algo tan simple como eliminarme de su biografía me ha hecho incomodar esta tarde de viernes absurda y gris en la que el Papa agoniza.
Entre boletín de la SER y boletín escribo, no se, para compartir mi dolor con vosotr@s, para que por un momento perdais el tiempo y vuestra vida siga sin más cuando me acabeis de leer.
¿HAcia dónde se van los olvidados? ¿Dónde se reunen aquellos que han desaparecido de toda biografía? Aquí hay uno, lamentándose de todo lo que le rodea, odiando todo de lo que es partícipe, y me veo en una eterna huida siempre hacia peor, hacia un menos compromiso, hacia el quedarse en casa en calzoncillos y camiseta deportiva, hacia la página siguiente de un destino individual condenado a algo temido y no esperado. Sencillamente es así, no espero nada mejor del futuro, no se...
Quizá este blog sea un testamento, una carta de despedida que se quedará perdida en la red, algo que, como casi la mayoría de mis proyectos, se disuelve y desaparece en un olvido para el que la vorágine del día a día no se ha construido. Estoy triste como siempre y sólo porque yo quiero. La música me ha maltratado y sigo pegandome de ostias contra ella. Todo el mundo me ha olvidado y solo soy un mal recuerdo, o un recuerdo gracioso, o un recuerdo lejano, eso soy, un recuerdo a olvidarm una fecha perdida en el calendario...
No puedo seguir escribiendo...
Escuchando [No hay música hoy...]Ni foto...
Escribo porque otra vez otra pequeña muesca de dolor ha hecho mella en mí. Aquellos con los que empecé en la música, aquellos que me prometieron y me hicieron prometer que jamás nos abandonaríamos se han ido hace mucho tiempo y algo tan simple como eliminarme de su biografía me ha hecho incomodar esta tarde de viernes absurda y gris en la que el Papa agoniza.
Entre boletín de la SER y boletín escribo, no se, para compartir mi dolor con vosotr@s, para que por un momento perdais el tiempo y vuestra vida siga sin más cuando me acabeis de leer.
¿HAcia dónde se van los olvidados? ¿Dónde se reunen aquellos que han desaparecido de toda biografía? Aquí hay uno, lamentándose de todo lo que le rodea, odiando todo de lo que es partícipe, y me veo en una eterna huida siempre hacia peor, hacia un menos compromiso, hacia el quedarse en casa en calzoncillos y camiseta deportiva, hacia la página siguiente de un destino individual condenado a algo temido y no esperado. Sencillamente es así, no espero nada mejor del futuro, no se...
Quizá este blog sea un testamento, una carta de despedida que se quedará perdida en la red, algo que, como casi la mayoría de mis proyectos, se disuelve y desaparece en un olvido para el que la vorágine del día a día no se ha construido. Estoy triste como siempre y sólo porque yo quiero. La música me ha maltratado y sigo pegandome de ostias contra ella. Todo el mundo me ha olvidado y solo soy un mal recuerdo, o un recuerdo gracioso, o un recuerdo lejano, eso soy, un recuerdo a olvidarm una fecha perdida en el calendario...
No puedo seguir escribiendo...
Escuchando [No hay música hoy...]Ni foto...
0 comentarios