El preciso instante en el que te cuestionas el porqué de muchas cosas, entre ellas de tu propia (y a veces absurda) existencia.

Y a veces caigo y caigo y me siento como de pasada, de viaje corto, de descanso activo perdido y sin posibilidad de encontrarme. TRiste y dificil.

El lugar en el que pienso sigue nevado.

Pierdo el tiempo y lo araño y también me araño a mí para sentirlo aún más y a ver si así me muevo de otra manera y todo cambia hacia bien. Parece que no.

Lo que escribo me parece mierda y me siento en el teclado moviendo los dedos por esta absurda inercia que me envuelve cuando quiero desahogarme y contarle a los extraños que entran por casualidad en este blog todo lo que pienso y siento, aún a sabiendas de que a nadie le importa nada, ni a mí mismo. Equis arriba y olvido. El blog como sábana santa siglo XXI ambiente urbano. Pierdo y pierdo. Al menos que queden la sangre y las lágrimas como prueba de todo lo que he sufrido.

Escuchando [Sum 41-We are all to blame]